A principios de los años ochenta el psicólogo estadounidense Howard Gardner propuso una teoría que revolucionó la educación a nivel mundial: la teoría de las inteligencias múltiples.
La teoría de las inteligencias múltiples es una propuesta del campo de la psicología cognitiva que rechaza el concepto tradicional de inteligencia y los métodos para medirla.
Para Gardner, la inteligencia es una expresión plural. De ahí el nombre de su propuesta: las inteligencias múltiples. Es decir, la diversidad de las capacidades humanas.
Descubrimiento de las inteligencias múltiples
El descubrimiento de las inteligencias múltiples fue posible gracias al trabajo de Howard Gardner en dos campos esenciales para el área de la educación: los procesos de aprendizaje y el funcionamiento del cerebro humano.
“Después de terminar mis estudios universitarios en psicología trabajé con dos tipos de grupos: niños de distintas procedencias y con talentos diversos y pacientes con daño cerebral. Por las mañanas trabajaba con estos pacientes y por las tardes con los niños”, comenta Gardner a propósito de su libro Inteligencias múltiples (1983).
El trabajo con personas que sufrieron daño cerebral enseñó a Gardner que lo más relevante es la zona en la que el cerebro sufre una lesión.
“Dependiendo de la zona del cerebro en la que se encuentre la lesión habrá fortalezas y debilidades. Se puede perder el habla, la destreza musical o la capacidad para orientarse”, señala Gardner.
Trabajando con los niños, Gardner observó un proceso muy similar.
“Algunos niños son muy buenos para aprender idiomas, pero no son muy buenos en matemáticas. Otros son geniales en ciencia, pero no pueden analizar poesía…”
Para Howard Gardner la clave fue darse cuenta de que se puede contar con algunas habilidades para hacer algo y, al mismo tiempo, carecer de otras para hacer cosas distintas.
Este descubrimiento lo llevó a concluir que el término inteligencia estaba equivocado, pues no existe una sola manera de ser inteligente ni existe la posibilidad de medir la inteligencia.
El objetivo de Howard Gardner con la teoría de las inteligencias múltiples fue convertir la palabra inteligencia en una palabra plural. Y describir, al mismo tiempo, las capacidades humanas, distintas en función de la inteligencia predominante.
Las ocho inteligencias múltiples según Howard Gardner
De acuerdo con Howard Gardner las inteligencias predominantes son ocho. Cada una de ellas se caracteriza por habilidades y capacidades específicas.
- Inteligencia lingüística. Es la capacidad para usar el lenguaje en todas sus expresiones y manifestaciones.
- Inteligencia musical. Es la capacidad de percibir y expresarse con formas musicales.
- Inteligencia lógico-matemática. Es la capacidad de resolver cálculos matemáticos y poner en práctica un razonamiento lógico.
- Inteligencia corporal cinestésica. Es la capacidad para expresar ideas y sentimientos con el cuerpo.
- Inteligencia espacial. Es la capacidad para percibir el entorno visual y espacial para transformarlo.
- Inteligencia intrapersonal. Es la capacidad para desarrollar un conocimiento profundo de uno mismo.
- Inteligencia interpersonal. Es la capacidad para relacionarse con los demás, tomando como la empatía y la interacción social.
- Inteligencia naturalista. Es la capacidad de observar y estudiar los elementos que componen la naturaleza (objetos, animales y plantas).
Las inteligencias múltiples y la educación
De acuerdo con Howard Gardner la inteligencia involucra la capacidad para resolver problemas y para crear productos culturales. Desde este punto de vista, la inteligencia es un concepto plenamente relacionado con la creatividad.
Al mismo tiempo, cada inteligencia representa una manera de conocer el mundo, pues cada persona cuenta con un perfil de inteligencia propio.
En el ámbito de la educación, la teoría de las inteligencias múltiples representó un cuestionamiento y al mismo tiempo un desafío.
Si la inteligencia no es un parámetro universal y si cada persona tiene un perfil de inteligencia distinto, resulta evidente que los procesos de aprendizaje y su sistema de evaluación deben valorar aspectos como la diversidad, las capacidades individuales, la constitución cerebral, el entorno y el contexto cultural.
En educación, la teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner estableció pautas que permiten reconocer y aceptar la diversidad. Y, al mismo tiempo, estableció principios de igualdad.